El partido era correspondiente a la tercera fecha del grupo G de la copa Sudamericana. Los tantos los convirtieron Domingo Blanco y Leandro Fernández.

  El “diablo” llegaba golpeado, duramente, a este cruce, ya que quedó eliminado dos jornadas antes de la culminación de la zona de grupos de la copa de la Liga Profesional de Fútbol. Rosario Central, uno de los últimos de su grupo, le dio una clase de contundencia, que con muy poco le alcanzó para golearlo. De esta manera, todos los cañones apuntaron, directamente, al torneo internacional. Como si no fuera suficiente la presión, además, corre de atrás a Ceará de Brasil, el líder, con puntaje perfecto. Por estos motivos, era casi una obligación conseguir un triunfo en Venezuela.

  Logró su cometido, mas las formas dejaron mucho que desear. Es bien conocido que al conjunto de Avellaneda se le complica penetrar a rivales que le ceden el protagonismo y se abroquelan bien. Este plantel tiene muchas falencias, pero hay dos sectores donde muestra más flaquezas. A los laterales les cuesta la proyección y han dejado de manifiesto, en reiteradas oportunidades, que se nublan de tres cuartos en adelante. En un encuentro con las características de hoy, estos jugadores cobran mucha importancia y hoy no aportaron soluciones. Este plantel no tiene muchos “5”, aún menos de recuperación, lo que le hizo pasarla mal en varios trayectos del enfrentamiento, por no saber recuperar el esférico.

  Eduardo Domínguez también tuvo su cuota de responsabilidad, no sé entendieron varias decisiones que tomó. En el entretiempo, no pegó el golpe de timón al que nos tiene acostumbrados y necesitaba. Llamó bastante la atención fue que Gastón Togni, termine jugando de interno y Domingo Blanco desbordando por afuera. Lo de este último es entendible, pero lo del primero no. El buen pie y la gambeta no son sus principales características, como sí lo es la velocidad. El DT demoró una eternidad en hacer variantes, a pesar de que fuera bastante notorio el cansancio de algunos de sus dirigidos. Sólo hizo tres modificaciones, la tercera después del segundo gol, cuando ya estaba todo liquidado y había pasado varios sobresaltos.

  La victoria, solamente se explica por la diferencia de jerarquía entre ambos clubes. A los 22’ del segundo tiempo, Blanco ejecutó un gran tiro libre al primer palo de Carlos Olses, ayudado por la barrera que se desarmó antes del remate. A los 45’, Leandro Fernández puso cifras definitivas, tras capturar un yerro de Jiovany Ramos, que le permitió irse a mano a mano frente al arquero y definir de emboquillada con total tranquilidad. Para destacar, la actuación de “mingo” Blanco y la de Tomás Pozzo. No se puede pasar por alto, el desempeño de Sebastián Sosa, a quien le patearon mucho, no lo exigieron demasiado, pero respondió. El bajo nivel de los venezolanos también quedó expuesto en el marcador, ya que dilapidaron oportunidades muy concretas.

  Con este resultado, el “rojo” sigue en carrera en busca de la clasificación a los octavos de final de esta competencia. Se ubica en la segunda colocación con 6 puntos, a tres de los brasileños. La definición va a ser muy apretada, por lo que la diferencia de gol toma gran trascendencia y terminar con la valla invicta es para destacar. El próximo compromiso será en el ámbito local, el sábado 21:30 hs. frente a Lanús en el estadio Néstor Díaz Pérez, por la decimotercera fecha.